Cuando el Papa Julio XIV muere y resucita, La Hegemonía se ha convertido ya en una teocracia regida por Pax, organización cívio-militar de la Iglesia católica. Gracias al control del parásito cruciforme, la Iglesia ofrece inmortalidad y la nueva fe es universal. Pax sólo teme la llegada de un mesías.