Tras completar su educación y su servicio militar, Iddo Netanyahu —el menudo tercer hijo, el judío de la familia— se asentó en Hornell, Nueva York, un pintoresco antiguo pueblo fabril y parada del ferrocarril situado en el borde occidental del condado de Steuben, donde estableció una consulta de radiología mientras escribía numerosas obras de historia —o hagiografía— familiar, que me supusieron unos recursos inestimables mientras estaba escribiendo el presente texto