Una lectura corta pero muy entretenida acerca de si la Reina Isabel de Inglaterra se convirtiera de repente, y por una simpática casualidad, en una ávida lectora.
Una de esas lectoras en la que, muchos que amamos los libros, nos sentiríamos perfectamente identificados.
Hay pasajes que me hicieron reír y aunque no es una lectura profunda o para realizar grandes reflexiones, si es de esas que te dejan un gran sabor de boca y que al menos a mi, me ayudó a apreciar más a la literatura.