El libro presenta un análisis de la política bilateral que reguló la migración mexicana laboral, especialmente en la época de la renegociación del Programa Bracero, entre 1947 y 1952. El estudio de las discusiones diplomáticas que propiciaron el mantenimiento del programa después de la Segunda Guerra Mundial se llevó a cabo en diversas escalas y de manera transnacional, considerando los contextos político, económico y social de México y Estados Unidos durante la posguerra. Al examinar las realidades de dos entidades directamente afectadas por el plan, se buscó ilustrar la manera en que el Programa Bracero contribuyó a la consolidación de la inmigración mexicana legal y de la corriente ilegal que la acompañó. Uno de estos estados, Guanajuato, figuró entre los principales productores de migrantes durante la época y cuya relación política y económica fue tensa con el gobierno del presidente Miguel Alemán (1946–1952). California, el principal consumidor de esta inmigración temporal legal, es el otro estado en el que observamos la dinámica de los intereses involucrados en el pacto laboral. Esta imbricación entre los distintos niveles de análisis es crucial para comprender el proceso de elaboración, negociación y aplicación del Programa Bracero, una de las experiencias migratorias más significativas entre estos dos países y que no se ha visto desde entonces.