La gente ya no insultaba a los negros; por lo menos, no en su cara. A los italianos ya no se les llamaba maricas ni se hablaba de judiadas, ni se decía aquello de Spanish… mañana, tildándolos de vagos, ni se hacía burla de los amarillos, ni de los gabachos, ni de los cabezas cuadradas, ni de los hijos de la Gran Bretaña en la conversación normal. Todos los grupos tenían quienes les defendían. Pero, a las mujeres, los hombres seguían insultándolas. ¿Por qué? ¿Dónde estaba su grupo?