Este libro postula y defiende una tesis provocadora: los tres sistemas educativos chilenos (Municipal, Particular Subvencionado y Particular Pagado) forman alumnos con profundas diferencias en su inteligencia. Y dado que el acceso a cada uno de los tres subsistemas está determinado por la capacidad de pago de las familias, el nivel socioeconómico en Chile es la causa del mayor o menos capital cognitivo que los estudiantes desarrollan.