Mejora tu autoestima

La autoestima es la manera de pensar, sentir y actuar que aceptas, respetas y en la que crees hasta el final

Cuando te respetes reconocerás tu dignidad y tu valor como persona única. Y entonces te tratarás de la misma forma en que tratas a una persona que consideras digna de tu respeto.

En la vida diaria, la autoestima significa ser consciente de la habilidad para hacer frente a los desafíos de la vida y también, por qué no, de la capacidad para construir la propia felicidad.

Todo el tiempo perdido es energía que se malgasta. De hecho, las preguntas que tendremos que plantearnos son: ¿qué hemos aprendido de la experiencia? ¿Qué habría que modificar y por qué?

Lo mismo se puede decir de un alto nivel de estrés y el ejercicio. Una práctica adecuada (frecuencia, intensidad y duración) de ejercicio puede efectivamente acabar con el estrés.

Una autoestima alta y un alto grado de estrés son incompatibles: de hecho, la presencia de uno excluye automáticamente la del otro.

Un exceso de autoestima se traduciría en arrogancia, del mismo modo que demasiada organización puede conducir a la obsesión.
Una buena autoestima no excluye la humildad.
La humildad no es lo mismo que el desánimo.
El justo equilibrio debería encontrarse en un punto medio entre la arrogancia y la humildad.

Pero, atención: ¡eliminemos sólo el estrés cuando hayamos entendido cuál era el verdadero mensaje que escondía!

«¿Qué puedo hacer para mostrarme mejor?». ¡Comienza por no hablarte a ti mismo negativamente de ti mismo! Es un grave error.

Lo que puedes hacer enseguida por ti mismo es trabajar en el presente y quitarle emotividad al recuerdo. El recuerdo de los hechos permanece, pero lo que te hace daño —de verdad — es la emoción que estos recuerdos traen consigo.