—Esa es la clave, ¿no? Saber que la oscuridad siempre permanecerá, pero cómo eliges enfrentarla, manejarla... esa es la parte importante. No dejar que te consuma. Centrarse en lo bueno, en las cosas que te llenan de asombro —hizo un gesto hacia las estrellas que pasaban zumbando—. La lucha contra esa oscuridad vale la pena, tan solo para poder apreciar tales cosas.