Rachel Waring es una mujer feliz. Quizá demasiado. Una tía lejana le ha dejado en herencia una mansión georgiana en Bristol, y de la noche a la mañana decide romper con todo. Así que, sin pensárselo dos veces, deja atrás su aburrida vida en Londres, se despide de su trabajo de oficinista y de su deprimente compañera de piso y se transforma en la mujer que siempre quiso ser: devota del amor, la creatividad y la belleza, y siempre con una canción en los labios. Instalada en su nueva casa, Rachel contrata los servicios de un atractivo jardinero, empieza a escribir un libro e impresiona a todos con un optimismo casi insano. Sin embargo, a medida que Rachel se sumerge más y más en un mundo de lujo y de placeres, su entorno empieza a cuestionar lo excéntrico de su comportamiento y lo evidentemente enfermizo de su euforia.
Considerada por críticos como John Carey una de las obras capitales de la literatura inglesa del último cuarto del siglo XX, y recientemente recuperada por NYRB, «La vida soñada de Rachel Waring» es una obra maestra del humor, el horror y la locura.