del dolor, es cruel reprocharle a un muerto lo que ya no puede enmendar. Pero tú no querías ser padre. ¿Qué me reclamas? No te acerques, no te sientes junto al niño, no lo mires con tristeza. Él es el huérfano, yo la viuda, tú el que se marchó. Lo decidiste así, no se puede tener todo. ¿Eres el que libra las grandes batallas o el que protege a los suyos? ¿El generoso con la gran historia, o el guardián de tu casa? No te esperaré tejiendo. Y deja de poner esa cara