De igual modo, la importancia de «recortar gastos en los pequeños desembolsos» era común en la clase media, pero totalmente rechazada por los millonarios. La gran mayoría de la clase media estaba de acuerdo en que «arriesgar tu propio capital», «diversificar los modos de hacer dinero», tener «una actitud exitosa» y «pensar como un millonario» eran todas fórmulas importantes para alcanzar el éxito financiero. Y en cada uno de estos supuestos, los millonarios de la clase media respondían: Mal, mal, mal, mal.