sangre caen sobre la nieve. No deja de ser una hermosa metáfora sobre la pasión y “sacrificio” de las mujeres para ser madres.
• Caperucita es roja como el manto que la cubre, en definitiva, se nos dice: ya no es una niña, ha menstruado y por tanto lleva los atributos de la mujer.
• Aunque no se mencione, ha de suponerse que el Príncipe que asalta el castillo de la Bella Durmiente y ha de cortar y desbrozar todas las zarzas que lo cubren, habrá de arañarse, es decir, ofrecer su propia sangre en sacrificio para lograr el amor de quien lo espera. Antes, la princesa ha de pincharse con la aguja de una rueca para “dormir”, se supone que también habrá brotado sangre de tal encuentro, es decir, ha pagado el precio de convertirse en doncella.