Para entender la fotografía

Una fotografía es más simple que la mayoría de nuestros recuerdos, su campo es más limitado. Sin embargo, con la invención de la fotografía adquirimos un nuevo medio de expresión más estrechamente asociado a la memoria que ningún otro.

Las verdades no siempre son evidentes en las circunstancias a las que se refieren.

Lo que nos hace humanos, lo que nos hace lo que somos, es nuestra conciencia del pasado y del futuro.

Roland Barthes escribió textos conmovedores sobre la connivencia entre la fotografía y la muerte: las dos detienen el tiempo, las dos asestan un golpe de gracia.

La fotografía y el empirismo crecieron juntos: los dos son materialistas, seculares, pragmáticos.

Los silencios sedientos son devastadores.

Hace seis años escribió algo sobre la inspiración: “En un mundo que se derrumba bajo el peso de la búsqueda egoísta de beneficios, invadido por las sirenas insaciables de la tecnociencia y la codicia de poder, por la globalización y las nuevas formas de esclavismo, detrás de todo esto, existen todavía la amistad y el amor”.

Hasta mediados del siglo xx, la pobreza, a una escala mundial, iba unida a la escasez: hoy la nueva pobreza va unida a la sobreproducción y a un consumo cada vez mayor.

Los errores no se rinden como los enemigos.

Si queremos sobrevivir como especie, tenemos que cambiar de dirección, debemos elegir otro camino.