Para entender la fotografía

Una fotografía es más simple que la mayoría de nuestros recuerdos, su campo es más limitado. Sin embargo, con la invención de la fotografía adquirimos un nuevo medio de expresión más estrechamente asociado a la memoria que ningún otro.

Las verdades no siempre son evidentes en las circunstancias a las que se refieren.

Me cuidó hasta devolverme a la vida…
La historia que me cuenta me recuerda otras que he oído y leído de viajeros extraviados que son devueltos a la vida por nómadas y cazadores. Cuando vuelven, no son los mismos. Esa iniciación cambia su signo.

No, hay una geometría. Basta con que cambie uno su posición un milímetro para que también cambie la geometría.
¿Lo que usted llama geometría tiene algo que ver con la estética?
No, en absoluto. Es lo que los matemáticos y los físicos denominan elegancia cuando debaten sobre una teoría. Si un planteamiento es elegante, puede que esté más cerca de aproximarse a la verdad.
¿Y la geometría?
La geometría entra también debido a la Sección Áurea. Pero los cálculos son inútiles. Como decía Cézanne: “Cuando empiezo a pensar, se pierde todo”. Lo que cuenta en una foto es su plenitud y su sencillez.

Kertész nos lo recuerda ahora, foto tras foto. Vemos a lectores agarrados a páginas que están despegando del suelo o que acaban de aterrizar.

La paradoja de la fotografía es que todos los grandes fotógrafos nos conducen hasta lo invisible.

Muchos de los términos utilizados para describir este inframundo eran los mismos que se habían empleado para justificar el comercio de esclavos, cuyos beneficios habían proporcionado el primer capital para la fundación de las nuevas industrias.

En el cielo, detrás de todas y cada una de las fotografías que componen este libro, se refleja la indiferencia ciega del nuevo individualismo.

El afán de lucro, sin embargo, siempre aparece ataviado con ropajes moralizantes. Por ejemplo, el secretario de la Cámara de Comercio de una ciudad del norte declaraba lo siguiente: “Hay gente que tiene aspiraciones y gente que no puede o no quiere tenerlas”.2 Estos últimos, por supuesto, viven en estas regiones.

Los protegidos son aquellos que creen, estén donde estén, que el futuro pertenece solo al afán de lucro.