En este libro de Fabián Sevilla, los vampiros, a quienes Drácula, el más famoso de todos ellos, llevó a la fama, nos obligan a mostrar los colmillos. Claro que no para morder, sino para soltar la carcajada. Los once cuentos que integran este ejemplar componen un humorístico muestrario de absurdos y desatinos.