¿Buscan al primer culpable? Soy yo, ataquen. Soy yo quien, en mi defensa oficiosa de Luis Capeto, prediqué, como verdadera republicana, la clemencia de los vencedores con un tirano destronado; soy yo quien dio la idea de apelar al pueblo; soy yo, por último, quien quería, con esta gran medida, romper todos los cetros, regenerar a los pueblos y secar los arroyos de sangre que corren desde esa época por esta causa. Ese es mi crimen, franceses, y ha llegado la hora de expiarlo entre los verdugos.