necesito aullidos, un magma corrosivo, una atmósfera de ataque
Capaz de cuartear el silencio de la noche.
Nuestra generación parece haber redescubierto el secreto de una música perfectamente rítmica, y por lo mismo, perfectamente aburrida. Entre la música y la vida, no hay más que un paso. A sueldo de nadie, al servicio de la humanidad, yo continúo encendiendo