Repetición, redundancia y refrendo: tres R en la calva frente de Fadanelli que son actualizaciones de "lo mismo" que es él mismo, aunque un "lo mismo" no completo sino incómodo, irresuelto: prefijos de la carencia que llevan a la desmesura verbal de un autor cifrado, con signos en pugna, en bravata, en confrontación permanente con los otros aunque, sobre todo, consigo mismo. No, Fadanelli no se irá pronto: sus actualizaciones de "lo mismo" que es él mismo regurgitarán mientras esas voces que le hablan desde Acapulco, la Portales o San Jerónimo lo acompañen incomodándolo, por fortuna para los enfermos y desgracia para la gente sana. Ah, y por supuesto que a un libro de Fadanelli no le adjuntaré un emoticón, ¿o a quién creen que estamos comentando? ¿A Paulo Coelho? ¿A Haruki Murakami?