porque sin lugares comunes no hay vida, los mejores camarones del mundo, las aguas más azules, y mi padre emocionado: los artistas que toman el sol en la cubierta de sus yates, a lo lejos, vean eso, hijos, algún día estaremos allí nosotros, y tú, Guillermo, tomarás el timón y nos darás la vuelta cuando tu madre y yo seamos ancianos.