este mal.
La primera receta consiste en montar a punto de nieve la clara de un huevo, añadiendo la misma cantidad de agua azucarada. La bebida, extremadamente ligera, refresca la garganta, calma la quemazón y devuelve el tono a la voz. Hay quien ha descubierto, no hace mucho tiempo, que el binomio agua-clara de huevo es una bebida refrescante casi perfecta, y nada