la actualidad, no tenéis centro, y, a menos que estéis centrados, cualquier cosa que hagáis sólo aumentará el daño. Todos vuestros reformadores sociales, vuestros revolucionarios y líderes son malhechores, ellos son los auténticos instigadores de la maldad. Al mundo le iría mucho mejor si no hubiera líderes. Pero no lo pueden evitar, sienten que deben hacer algo porque el mundo está sumido en la desdicha; y el problema es que, como no están centrados, cualquier cosa que hagan sólo generará una desdicha aún mayor. La compasión sola, el servicio a los seres humanos por sí solo, no será de ninguna ayuda. La compasión que siente un ser centrado en sí mismo es algo muy diferente; pero la compasión de la multitud es perversidad, esa compasión es veneno.