Heidegger pertenece a la historia del lenguaje y de la literatura tanto como a la de la ontología, de la epistemología fenomenológica o de la estética (tal vez más aún). La prodigalidad y poderío textual de su obra son paradójicos en sí mismos y tienden a oscurecer la central oralidad de su enseñanza. Testigos célebres Löwith, Gadamer, Hannah Arendt aseguran que quienes no lo oyeron en sus conferencias y seminarios sólo pueden tener una noción imperfecta o deformada de su propósito. Heidegger fue un caminante incansable que recorrió ámbitos oscuros. Veamos, escribe Steiner, hasta dónde podemos seguirlo, o hasta dónde queremos.