Cuando Agustín entregó el liderazgo de su iglesia en 426 a.C., su sucesor se encontraba tan abrumado por la conciencia de su incompetencia que declaró «El cisne guarda silencio», temiendo que la voz del gigante espiritual se perdiera en poco tiempo. Pero por 1,600 años, Agustín no ha guardado silencio, ni tampoco lo han hecho los hombres que fielmente han tocado la trompeta por causa de Cristo después de Él. Sus vidas han inspirado cada generación de creyentes y nos impulsan a tener una mayor pasión por Dios.
En este libro John Piper explora las vidas de Atanasio, John Owen y J. Gresham Machen —un obispo, un pastor y el fundador de un seminario. Cada uno de estos hombres se levantaron por la verdad del evangelio frente a una intensa oposición. Cada uno de ellos debido a un profundo amor a Jesús, y por un deseo de que Su pueblo Le conozca plenamente. Estos hombres no hallaban placer en la controversia solamente por causa de los argumentos, sino que estaban dispuestos a sufrir para poder preservar la santidad del evangelio. Ellos sufrieron amenazas, años de exilio, la muerte de sus seres queridos, oposiciones de amigos y autoridades, enfermedad y dolor; pero nada de eso pudo detenerlos de avanzar el evangelio, ni nada pudo apagar su celo por el Señor Jesús.