Un GRUPO DE INTELIGENCIA DE LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO, liderado por el comisario Gil de la Policía de Mendoza, que había sido entrenado por la DEA Norteamericana, tiene como misión llevar a cabo largas y pacientes investigaciones para documentar, conforme a derecho, las actividades clandestinas de los cabecillas del narcotráfico, sacando a la luz sus contactos, sus conexiones económicas en la provincia y fuera de ella. Buscarán reunir una batería de pruebas contundentes que permitan su encarcelación.
Casualmente les llega una información que resultará la punta de algo importante, que el autor nos lleva a vivir intensamente, ambiciones, pasiones y traiciones. El mundo oscuro de un sicario y el sacrificio, sin medida, de los policías.
El autor sitúa al lector en forma alternativa: “partido legal” por un lado y “partido delincuencial” por otro lado. Es un juego de guerra a dos partidos. Viviremos el reclutamiento, entrenamiento y empleo de un Agente Encubierto y también la sutil actividad de los “Oficiales de Red”.
Recomendamos tener en cuenta que los hechos relatados están ambientados en la segunda mitad de la década del '90 y toda su trama, nombres y personajes es producto de la ficción y nada tiene que ver con la realidad.