Tenía muchas más expectativas sobre esta historia. No puedo decir que me haya decepcionado pero tampoco que la amara.
La lectura es amena y fluida. Como cuando uno lee por primera vez a un escritor que está destinado a ganarse mucho cariño y valor, así fue leer a Carson McCullers para mí.
Es lícito plasmar aquí cua di dicen que esta pieza justifica sobradamente a Graham Greene cuando dice que Ella y William Faulkner son, tras la muerte de D.H. Lawrence, los únicos escritores con una sensibilidad poética original.
El deseo de comunicarse hace que muchas veces se cree la fantasía de que efectivamente sucede...pero no es así.
Me gustó mucho. Muy recomendable.