la mirada perdida en las páginas que escribiste ayer. Y en la página cuatro hay un párrafo lleno de vida, olores, sonidos, voces y colores. Entonces dejan de preocuparte las primeras tres páginas, o las que tirarás o las que tuviste que escribir para llegar a esta cuarta página, para llegar a este largo párrafo que era lo que tenías en mente cuando empezaste a escribir, aunque entonces no lo supieras». El gusto, en este proceso, es la brújula que te guía en los picos y te aleja de los valles en medio del paisaje del proceso creativo.