Lina Meruane

Sangre en el ojo

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Ani Hernándezhas quoted4 years ago
    Los ojos nunca renuncian, decía yo, siempre buscan otros ojos, decía, comprendiendo que era ese el impulso, pero Ignacio se resistía a aceptar explicaciones.
  • Alejandra Arévalohas quoted4 years ago
    Me asusta pensar ahora la parquedad de mi padre como un posible corte de circuito.
  • Alejandra Arévalohas quoted4 years ago
    Tragando aire, tragándome a mí misma con toda mi frustración, mi rencor, mi odio ciego a esa vida de la que quería divorciarme, aguantándome para no intoxicarlo con mi ira
  • Alejandra Arévalohas quoted4 years ago
    ¿Estás nerviosa? Pero nerviosa no es la palabra, no es ni nerviosa ni ansiosa ni angustiada ni tampoco es la palabra agobiada; me siento como una embarazada en espera de su desgracia.
  • Sandra Chávezhas quoted4 years ago
    Ya no estoy yo. Lucina se esfumó, su ser está suspendido en algún lugar del pabellón. Lo que queda ahora de ella es pura biología: un corazón que late y late, un pulmón que se infla, un cerebro narcotizado incapaz de soñar mientras el pelo continúa creciendo, lentamente, bajo la gorra.
  • Sandra Chávezhas quoted4 years ago
    . Y tú estabas ahí, como otro tuerto, sin comprender lo que había sucedido. No podías calcular la gravedad. No te animabas a hacer todas las preguntas. Te las guardabas arrugadas, como ahora, en los bolsillos.)
  • renatamartinezrodhas quoted5 days ago
    Entenderás por qué no te he contado el abandono que mi hermano hizo de mí y el que mis padres hicieron de él y luego de cómo yo también los abandoné a todos ellos, a todos, en busca de alguien con verdadera vocación de sacrificio, alguien ahogado de amor o adoctrinado en la necesidad de amar, alguien con una pasión absurdamente heroica, algún suicida puro y absolutamente incondicional.)
  • Rocío Zamoranohas quoted5 days ago
    Discúlpame, me dijo, me moría de ganas, sí, no te preocupes, contesté, rabiosa y resentida, ofendida como una amante maltratada.
  • Rocío Zamoranohas quoted5 days ago
    Yo era una ciega capaz de detectar resplandores y a distancia también la compasión ajena que seguía al asombro. ¿Ciega? La compasión me hacía crepitar de odio
  • Rocío Zamoranohas quoted5 days ago
    Se detuvo ante mí y yo me enderecé comprendiendo lo que me pedía su lengua en otra lengua: que echara atrás la cabeza. Sus dedos me separaron los párpados para dejar caer, con precisa puntería japonesa, dos gotas ardientes sobre mis córneas
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)