Hace dos años, tres investigadores de la escuela de negocios Cass terminaron uno de los primeros estudios exhaustivos sobre los resultados de las EOB en comparación con las estructuras corporativas tradicionales. Examinaron datos económicos de unas cincuenta EOB en el Reino Unido y los compararon con los de unas doscientas empresas tradicionales de Estados Unidos. El periodo estudiado comprendía de 2005 a 2008, lo que les permitió analizar el rendimiento de cada empresa tanto durante periodos de pujanza macroeconómica como en momentos de recesión. Descubrieron que las EOB pequeñas y medianas sacaban ventaja a las empresas tradicionales en diversos aspectos. Las EOB generaban más empleos, tenían mayor productividad por empleado, y eran mucho más resistentes que las corporaciones tradicionales en los momentos de desaceleración económica. Las EOB tenían tantos beneficios como sus equivalentes tradicionales, pero sus políticas retributivas eran más equitativas. Significativamente, el estudio de Cass descubrió que el rendimiento de las EOB era aún mejor cuando los empleados estaban directamente involucrados en “decisiones que influyen en la gobernanza, en el diseño de estrategias y en las operaciones”. Cuanto más participativas, más productivas.