Mi papá y yo tenemos este sistema para hablarnos con los ojos que es buenísimo. Aunque como sistema de comunicación no sirve para todo. Sólo para decir cómo se siente uno; porque si, por ejemplo, mi papá quiere explicarme cómo se hacen las operaciones de quebrados, tiene que hacerlo con la boca, no con los ojos, porque los ojos no sirven para comunicar esa clase de cosas aunque haya una conexión telepática tan buena entre dos personas.