Hermosa y tierna historia. La fuerte amistad entre dos niñas y todos sus vericuetos. En otro plano está el matrimonio de la protagonista, que aunque había sido bueno, ahora es cada vez más mermedo por la cotidianidad. Me activó el corazón de emociones. Buenísimo.
Toda la narrativa suena natural y cierta. Se va al pasado y vuelve de una forma muy lúcida. Cada que pensaba que estaba a punto de llegar a un final perfecto, llegaban más páginas que le daban más hondura y perfección. Muy nostálgico y entrañable.
La nostalgia de la niñez. Ese territorio añorado y perdido, cuya ausencia permanece a lo largo de la vida. De eso trata este pequeño y hermoso libro.
Berie y Sils son dos personajes entrañables, uno se encariña con ellas rápidamente.
La destreza de Lorrie Moore para contar historias sencillas que abarcan a la humanidad entera es notable. Con humor, casi siempre, nos pone de frente a los momentos más trágicos de la vida de las personas.
Es un libro muy extenso, donde la narradora repasa su niñez y su adolescena.
Por lo que entendemos ella estaba muy enamorada de su mejor amiga, a quien acompaña a realizarse un aborto.
La narradora es adulta y tiene un matrimonio con buen pasar económico, pero sin pasión.
Hay un momento de la vida en que fue la última vez que saliste a jugar. Así y listo, sin saberlo.