Cuando el cuerpo sin vida de una estudiante aparece en un zaguán de Las Palmas, y el supuesto asesino solicita su ayuda, Ricardo Blanco no sabe que se enfrenta a uno de los casos más complejos de su carrera. A medida que se adentra en la investigación, no está seguro de que su cliente se merezca el tiempo y el esfuerzo que requeriría librarlo de una condena que todos dan por segura. En Mientras seamos jóvenes, la nueva novela de José Luis Correa, ambientada en el mundo universitario, verdades y mentiras se entrecruzan. Los que deberían defender al sospechoso parecen empeñados en su condena y, en cambio, los que rivalizan con él proclaman su inocencia. Las relaciones viciadas, los conflictos generacionales, las intrigas académicas dan vida a una historia que tiene los ingredientes que han hecho de Correa una de las voces más genuinas del panorama literario actual: un ritmo vertiginoso, una visión socarrona del mundo y un lenguaje poético que abren un espacio original y muy sugerente en el mundo habitual de la novela negra.
Ritmo cinematográfico, a veces trepidante. Pero con tiempo para respirar. La narración discurre directa, natural, sincera, concisa. Juan Cruz
¿Alguien dijo que la novela negra había exhalado su último suspiro? Correa muestra que el género está vivo y en muy buen estado de salud. La Verdad Digital