De pronto te das cuenta de la hora que es. Te vistes, te vas a casa, enciendes un cigarro. Te casas. Estos versos del gran Leonard Cohen resumen a la perfección el espíritu de Érase una vez, una magnífica colección de relatos en la que Margaret Atwood explora el mundo de la pareja, describiendo ese extraño malestar que se crea cuando las relaciones ya están consolidadas y la rutina nos lleva a convertir la pasión en un sentimiento vago de cariño, mezclado a veces con el hastío. Descubrimos a esas parejas en su entorno familiar, puliendo antiguos escándalos para poder convivir con ellos, mintiendo piadosamente o disfrutando de un viaje cada cual a su manera.