Muchas de las disputas que suscita el panorama internacional en la actualidad se vinculan con Rusia. Bastará con recordar al respecto las polémicas suscitadas por lo sucedido en Ucrania en 2014 o por lo que ocurre hoy en Siria. Este libro aporta una introducción a la Rusia contemporánea, y en particular a sus relaciones externas. Lo hace desde la voluntad de sopesar cuáles son los efectos de dos anteojos ideológicos y emocionales: la rusofobia y la rusofilia. Y desde la convicción de que, habiendo motivos sobrados para cuestionar lo que se revela en el panorama interno ruso, la política exterior del país sólo puede entenderse si se identifican, del lado occidental, agresivas políticas que escapan a la disección del grueso de nuestros medios de comunicación.