Conjugando la vida y el arte, la música y la historia, Alex Ross teje atemporales retratos de los maestros canónicos —Mozart, Verdi o Schubert— a la vez que muestra su visión de la música pop y sus grandes iconos: Radiohead, Bob Dylan o Björk. Todos ellos personajes únicos, buscadores infatigables capaces de plasmar, en breves secuencias o acordes, sus poderosas personalidades individuales y la complejidad del alma humana.