En una escuela el interés del maestro por enseñar y de los estudiantes por aprender es personal, nadie lo da o lo impone, es el acto más libre y más autónomo. En este libro, los autores de Convivencia Educativa, A.C. (CEAC) demuestran que es posible, en telesecundarias incompletas de Chihuahua y Zacatecas, en escuelas indígenas de Hidalgo y Puebla, y en telesecundarias urbanas del Distrito Federal, alentar el interés de maestros y estudiantes en libertad y con autonomía.
Sin cambiar programas o textos, sin necesariamente apoyarse en nuevas tecnologías, con maestros ordinarios y en circunstancias normales, se logró enseñar y aprender con interés -la meta deseada en un país marcado por la desigualdad social y el desaliento con los resultados de la educación pública. En el libro se reportan esas tres experiencias que tuvieron lugar el ciclo pasado, 2004–2005. No se escogieron las escuelas ni los maestros, sino se aceptó a quienes voluntariamente desearon participar en un experimento necesariamente reducido a unos cuantos centros. Lo extraordinario fue el tiempo que los asesores de CEAC dedicaron a atender eficazmente dos de las carencias más agudas entre maestros de educación básica: la inseguridad con la que manejan algunos contenidos del programa regular y la dificultad para atender personalmente a grupos numerosos de alumnos. El apoyo se adaptó a lo que cada maestro decía necesitar y se demostró en el aula la viabilidad y las ventajas de formar con sus alumnos comunidades de aprendizaje. Las relaciones tutoras permiten apreciar las ventajas de enseñar y aprender con interés. Queda así claro que el cambio educativo no puede tener lugar sino a la base, conforme cada maestro adquiere seguridad profesional, alienta el interés de sus alumnos por aprender y demuestra públicamente el valor de una educación de calidad.