Con apenas diecinueve años, Diana valora su independencia por encima de todo y escoge romper con su doloroso pasado, aunque eso conlleve vivir en la pobreza. Sin embargo, sus aprietos económicos la llevarán al límite y emprenderá un camino oscuro marcado por billetes arrugados, sexo que detesta y horas esperando en un arcén. La identidad de Diana se irá desdibujando a medida que se sume en el abatimiento: ¿quedará algún resquicio de esperanza para ella?