Tres periodistas de la vieja escuela se citan ya retirados para pasar lo que deberían ser unos días de vacaciones tranquilos en Benidorm, una localidad tan pasada de moda como ellos mismos. Lo que deberían ser unas jornadas de comilonas y excesos varios se convierte de repente en la oportunidad de demostrar al mundo que no están tan acabados como el oficio que han ejercido.
Se embarcan en compañía de los personajes más excéntricos que pueden encontrar en una cruzada contra el magnate que años atrás arruinó su carrera y que para ellos simboliza todo lo malo que le pasa a la actividad que tanto amaron.
En un mundo que ni les gusta ni pretenden entender, estos tres hombres de papel están convencidos de que pueden volver a conseguir una historia de primera página que les permita volver a sentirse orgullosos de ser periodistas, pero el mundo ha cambiado más de lo que se imaginan.
Santi Giménez nos ofrece un retrato de un periodismo ya desaparecido, de la amistad y de la épica del perdedor en una novela que conmueve, duele y, a veces, te arranca una carcajada.