amo es que no parecía bastante para cubrir lo que estaba sintiendo. ¿Cómo podían dos palabras expresar todas las noches y días, y horas, minutos, segundos pasados fantaseando
este momento, mientras sintiendo, todo el tiempo, que nunca llegaría?
No había palabras, en absoluto. Había sólo silencio llenado con acortadas tomas de aliento.