Publicada en 1904, El difunto Matías Pascal supuso un giro en la narración costumbrista de la época y anticipó un tipo de relato en el que lo fundamental es el estudio psicológico del personaje, lo que luego sería una norma continua en el teatro de Pirandello.
Un día Matías Pascal se va a Montecarlo huyendo de sus circunstancias: una suegra que lo martiriza, deudas crecientes y un trabajo que no le satisface. De repente ocurrirá un extraordinario suceso que le dará la oportunidad de liberarse. A partir de entonces será otra persona…
Como todas las grandes novelas, El difunto Matías Pascal acepta múltiples lecturas: en ella se puede ver desde una hilarante farsa a un profundo estudio de la soledad humana vista por un hombre sin identidad ni pasado, que decide reconstruir su vida empezando desde cero. En última instancia, Pirandello nos muestra con virtuosa sencillez la esencia tragicómica del ser humano, cuando es despojado de la máscara que lo acompaña siempre.
“Son tres los escritores que han atravesado nuestro siglo, dando su nombre a nuestras inquietudes, ofuscaciones, aprensiones… esos tres escritores se llaman Pirandello, Kafka, Borges.”
Leonardo Sciascia