Quedó cautivado por su dulce inocencia…
Martha Jones no había asumido un riesgo en toda su vida. Hasta el día en que salió huyendo de su boda y sucumbió al magnetismo de un hombre al que acababa de conocer. Un hombre al que conocía solo como Diablo.
El lobo solitario Carlos Ortega no prometió a la señorita Jones más que una noche ardiente de pasión. Pero ese encuentro podría acarrear consecuencias en el futuro…