Estoy deprimido. ¿Cómo salir de aquí

La familia como conjunto puede favorecer o entorpecer la propia dinámica de sus miembros. En términos generales podríamos afirmar que el entorno familiar puede jugar el papel de verdugo o de víctima, ya que, con su hostilidad o quejas continuas, puede incrementar el sufrimiento del enfermo o convertirse en el paño de lágrimas del mismo, aceptando heroicamente las exigencias de la enfermedad. Es decir, la familia puede ser unidad de salud o unidad de enfermedad. Lo que es evidente es que la familia nunca será un elemento insensible en el proceso curativo del enfermo, sino que, como un catalizador en una reacción química, tiene el poder de acelerar o retardar el final del proceso.

estar enfermo se relaciona con la incapacidad para desempeñar de forma adecuada tanto las tareas familiares como las sociales o profesionales. De aquí también se desprende la importancia de la familia en la curación.

La enfermedad no es solamente un proceso biológico, sino que es una vivencia que está impregnada de los valores, ideología y cultura del enfermo.