uando la conceptualización acaba por volver a colarse, el autor nos recomienda que en ese preciso instante dirijamos la conciencia hacia la propia conciencia. Mire directamente la conceptualización y, cuando se desvanezca, mantenga la consciencia y devuelva a la mente la experiencia del vacío. Quédese ahí, dice, relajándose en la esfera de la realidad, y libere así la mente.