Esta novela trata de un viaje hacia las profundidades del alma, un viaje que dependerá de cuán lejos querrá ir el lector, de dónde querrá partir, desde dónde y cuándo querrá volver. Un viaje cruel, silencioso, apasionado e inolvidable que rompe el recorrido y las convenciones para conducirnos fuera del tiempo. El ritmo de la escritura es el mismo de un respiro, la velocidad, la de una mirada, el tiempo reducido a un paso de danza si bien dilato por el sueño, para intentar buscar la armonía de la vuelta a ese mismo lugar del que no creemos que hayamos partido nunca