“Fumando espero” es una novela sobre la libertad y la belleza, sobre la necesidad de trascender desde los más caprichosos motivos. El poeta Virgilio abandona Cuba para conseguir un preciado anhelo, el embalsamamiento de sus manos. Pedro Ara, un famoso embalsamador, se desempeña en la compleja Argentina de Borges y el general Perón. El protagonista debe desafiar, junto al resto de los personajes de la historia, el fanatismo político, la revolución de Perón y la propia muerte de Evita que le ha robado a su anatomista. Virgilio debe destruir la momia de la primera dama e involucrarse en la densa materia de la Historia para hallar la trascendencia, para poder convertir lo bello en una sustancia legítima para todos los tiempos. Es “Fumando espero” un texto que privilegia la anécdota, el viaje como finalidad, y que reconstruye una versión posible de una Argentina ambigua. En esa nueva búsqueda de lo real se libera la imaginación de un Virgilio que traza los acontecimientos desde la literatura, desde un sitio exterior donde se suscita un esencial descubrimiento de los hechos del pasado, de lo apócrifo del pasado y sus alteraciones. Esta novela resultó en 2005 primera finalista del Premio Rómulo Gallegos.