Tuve que aceptar cambios que sucedieron de un día para el otro y yo misma fui quien los impuso. Tuve que reconocer que alguien que estaba a mi lado no me hacía bien, con todo lo que eso implica, y pelear contra las ganas de volver a verlo, porque cada tanto aparecen y hay que hacerles frente. Redescubrir nuevas posibilidades, sentirme más libre, más yo. Poder conocerme mejor