Resista los ataques del enemigo. EL ENEMIGO: Satanás y sus hordas. LA ESTRATEGIA: Hacer que los creyentes se sientan culpables, para que asi no luchen contra él. NUESTRA ARMAS: La armadura de Dios. NUESTRO PLAN DE GUERRA: ¡Atacar! NUESTRA VICTORIA: Está segura.