La tarea cotidiana de los profesores de lengua y literatura está atravesada en la actualidad por una serie de interrogantes e incertidumbres acerca de su sentido, de sus propósitos y del modo de resolver en la práctica estos desafíos constantes.
El conocimiento escolar sobre la lengua y la literatura, determinado por las sucesivas transformaciones del sistema educativo y por los cambios en los contenidos curriculares, la práctica del aula acuciada por múltiples factores sociales, los cambios en los modos en que los adolescentes y los jóvenes se ponen en contacto con el universo de la lectura y la escritura en el contexto de veloces transformaciones culturales y tecnológicas, nuevas estéticas y nuevos modos de resignificar la propia identidad profesional de los profesores de lengua y literatura son algunas de las preguntas que se formulan en este libro y sobre las que se adelantan algunas reflexiones, algunas respuestas posibles para volver a interrogarnos sobre nuestra tarea, para reinventar nuestros modos de enseñar lengua y literatura.