Cuadrante 3: asimetría complementaria o complementariedad asimétrica —uno de los miembros goza de mayor poder que el otro, aunque ambos se complementan o, al menos, no detectan carencias en sí mismos o en el otro.
Si la relación se establece en el cuadrante de la asimetría complementaria o complementariedad asimétrica —el poder lo detenta uno solo de los miembros, pero los déficits se compensan mutuamente con los recursos del otro— se produce un movimiento espontáneo hacia la unificación de criterio, lo que suele implicar el dominio de uno y la acomodación del otro, a veces hasta la anulación o supeditación completa. Corresponde con el modelo patriarcal tradicional en muchas sociedades, donde con frecuencia la mujer pierde hasta su apellido, para tomar el del marido y, en los casos más extremos, como en la India anterior a la colonización, puede llegar a morir echándose a la pira, ritual conocido como Sati, para acompañar al esposo difunto. Tales relaciones pueden llegar a ser satisfactorias para ambos cónyuges en conformidad con su modelo cultural, pero implican siempre un desequilibrio en el poder, aunque a veces se han establecido notables correctivos distinguiendo entre poder social, correspondiente por lo general al marido, y poder doméstico, correspondiente más bien a la mujer, lo que hace la relación más complementaria.