Una lectura que invita de manera irremediable a la reflexión, a cuestionarse y replantearse las concepciones que se tienen sobre el deseo y la manera de desear.
Por tanto tiempo la cultura se ha empeñado en mitificar a las mujeres, en convertirlas en seres despiadados que poco les importa maldecir y destruir a los hombres que se atreven a "amarles". Librando a dichos hombres de toda responsabilidad e incluso compadeciéndoles.
Creo que la lectura analiza a fondo dicha perspectiva y brinda la oportunidad de repartir las cosas como corresponden, devolviendo la fatalidad a los hombres que tanto se han empeñado a repartirla entre las mujeres.
Una lectura bastante ilustrativa y rica en ejemplos.