La desigualdad económica es uno de los fantasmas que hoy recorren el mundo. Lo mismo en países desarrollados que en los que se esfuerzan por salir de la miseria, este azote contemporáneo
confirma de manera dolorosa que el progreso técnico, la apertura de los mercados y la diseminación de la democracia —sobre todo si se queda en su aspecto formal— son insuficientes para que los
beneficios del crecimiento se distribuyan de modo equitativo. El World Inequality Lab, una iniciativa académica dirigida por los responsables de este volumen, ha construido en los últimos años
la World Inequality Database, sin duda la más confiable fuente de información acerca de la desigualdad en el mundo; con este primer Informe sobre la desigualdad global se inicia la publicación bienal
de estudios sobre cómo está evolucionando la distribución del ingreso y la riqueza.
Convencidos de que la información de calidad es imprescindible para mejorar los debates sobre la necesaria acción del Estado y la sociedad organizada, los autores presentan aquí tendencias y análisis de la situación en el planeta y en países concretos hasta ahora poco estudiados, como China, Brasil o España, y concluyen con un sólido arsenal de políticas públicas para enfrentar este fenómeno cruel, injusto… y evitable.
Tras examinar este informe […] es fácil creer que la creciente concentración del ingreso es una imparable fuerza de la naturaleza, un efecto económico inevitable debido a la globalización y la tecnología. […] Pero un análisis cuidadoso de los datos sugiere que la desbocada desigualdad no es algo fatal.
Eduardo Porter y Karl Rusell, The New York Times
Este libro se basa en una metodología pionera […] Espero que los políticos puedan leerlo y dejen de contentarse con hacer uso de la palabra. De no hacerlo, una sociedad civil transnacional se apoderará de ella para convertirla en un arma de construcción masiva.
Vittorio de Filippis, Libération